Lo extraño hubiese sido que me amaras.
Llegaste para seguir delineando lo que parece ser un orden natural de acontecimientos. Pero no va ser por esto que crea en Dios, tercamente empecinado en lograrlo, porque sólo si tal cosa existiese podría hablarse de condenas y de destino, ideas a las que no quiero adherir.
Por eso sigo intentando, no para confirmar la cadena terrible, sino para revelarme. Rendirme sería volverme creyente, continuar sabiendo el mecanismo es la más ferviente prueba de mi ateísmo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

tu admirador y "misterioso"lector, vuelve a lotengoenlapuntadelalengua.
Esta vez para confesarte que algunos de tus textos me hacen reír, y otros me hacen pensar, mucho. Lo cual veo muy positivo en estas obras.
También confieso que te visito seguido, sin dejar rastro, pero lo hago.
Aprovecho para contarte que jamás voy a desistir a mi sueño de rucula y queso.
UN ABRAZO!

La que olvidó cómo dijo...

Eso es, mi aún misterioso lector, tener una fe de acero, una esperanza que haría caer de espaldas al más optimista, por eso se merece usted un sueño de rúcula y queso de tamaño familiar. Así será, está escrito.´

Qué bueno que me visita seguido! aunque no deje rastros ahora sé que anda por ahí...